LA
IMPORTANCIA DE LEER LA BIBLIA
Leer la Biblia diariamente es un hábito
excelente que beneficia a todo cristiano en muchas maneras. la Biblia no es un
libro cualquiera que debas leer por leer, la Biblia es la Palabra escrita
de Dios en la que revela su voluntad para con cada uno de nosotros, es una
biblioteca de 66 libros escritos por distintos hombres en distintas épocas bajo inspiración
divina y preservados en perfecta armonía, de modo que “Toda la Escritura es inspirada por Dios y
útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la
justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda
buena obra” 2 Timoteo 3:16-17 NVI.
Es por eso, que el conocimiento cercano de
la biblia es responsabilidad del creyente, pues no se puede disfrutar lo que no
se conoce. Y para conocer las escrituras, se requiere de un estudio minucioso,
constante e intencional.
Es un mandato conocer la palabra de Dios
porque así lo enseñó Jesús cuando le dijo a los hombres “escudriñad las escrituras” (Juan 5:39). La palabra escudriñar denota algo
más intenso que la idea de leer. Porque la mera lectura de la palabra de Dios,
solo provoca un conocimiento superficial de las verdades bíblicas.
Cada libro que contiene es una fuente de
sabiduría, y sus enseñanzas se aplican a cualquier generación. Si
bien existen muchos motivos por los cuales la lectura de la Biblia debe ser una
prioridad, éstas son algunas de ellas:
· Es
inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16-17).
· Necesitamos
madurar espiritualmente (Mateo 4:4, Salmos 1:1-4).
· Guía
nuestra vida (Salmos 119:105).
· Necesitamos
practicarla (Santiago 1:22).
· No
cambia y es eterna (Isaías 40:8, Mateo 24:35).
· Contiene
la verdad (Salmos33:4, 119:160).
· Nos
enseña a distinguir las falsas doctrinas (1 Juan 4:1).
· Podemos
adquirir sabiduría (Proverbios 2:6-7).
· Nos
corrige (Hebreos4:12).
· Nos
inspira y nos brinda ánimo (Romanos 15:4).
· Nos
insta a alabar a Dios (Salmos 56:10-11, 103:20-21, 106:1-2).
· Ayuda
a incrementar nuestra fe (Romanos 10:17).
· Nos
exhorta a no pecar (Salmos 119:11).
· Sirve de
protección ante los ataques del diablo (Efesios 6:16-17).
CONSEJOS
PRÁCTICOS PARA LEER LA BIBLIA
1.
Comience
y termine su tiempo de lectura bíblica con oración.
No lo haga como si fuera un rito sino porque la verdadera revelación viene
únicamente de Dios a través de su Espíritu Santo. Es muy importante que de esta
manera demostremos nuestra dependencia de Dios. Por lo tanto, pida la guía del
Espíritu Santo para su lectura diaria. No dude, también, de orar en medio de la
lectura. A veces el Espíritu nos lleva a alabar o adorar al Señor por lo que
estamos leyendo o por algo que nos ha revelado. Luego siga con la lectura, y al
finalizarla, pídale a Dios que la Palabra leída produzca fruto en su vida.
2.
Reserve
un tiempo, cada día. No permita que este tiempo sea «en
algún momento del día». Reserve un tiempo especial para emplear en la lectura
de la Biblia. Planéelo. Escríbalo en su agenda. Haga que ese tiempo se
convierta en algo separado especialmente para escuchar a Dios. Esté atento a
sus palabras.
3.
Una
parte esencial de su vida. Si bien no es imprescindible
hacerlo a la mañana, sí es imprescindible hacerlo en un momento del día cuando
todos sus sentidos estén completamente alertas y dispuestos a recibir la
Palabra de Dios.
4.
Lea
la Biblia metódicamente. Utilice el método de su
preferencia, pero lea la Biblia con miras a leerla en su totalidad. Si bien la
Biblia es un conjunto de 66 libros, el mensaje es uno solo. Quizás, leer la
Biblia en un año podría ser un buen método. Quizás, emplear más tiempo puede
ser lo mejor para usted. Pero no la lea como si fuera un libro cualquiera, sin
un plan de lectura consciente y lógico que lo ayude a comprender la Palabra de
una manera integral. Tampoco la lea como si fuera un libro mágico, abriendo la
Biblia al azar para ver «que tiene Dios para decirle».
5.
Use
un bolígrafo y algo para anotar. Nunca sabrá qué puede
revelarle el Señor ese día. ¡No querrá olvidarse! Acostúmbrese a anotar sus
hallazgos. También puede ser importante hacer anotaciones en los márgenes de su
Biblia. Con el tiempo su Biblia se convertirá en su propio comentario y diario
espiritual. Cuando marque su Biblia hágalo con prolijidad, a fin de que sus
anotaciones puedan leerse fácilmente, aún con el paso de los años.
6.
Lea
la Biblia en su contexto. No olvide que la primera regla de
interpretación bíblica es interpretar la Biblia con la Biblia. Cuando lea los
evangelios o las cartas recuerde que muchos pasajes se registraron en varias
partes de la Escritura. Compárelos. Analícelos en su conjunto. Busque la guía
de Dios para ello. Hay pasajes del NT que se basan totalmente en pasajes del
AT, confróntelos y enriquezca, así, su lectura.
7.
Busque
crecer con la lectura bíblica. En la Biblia Dios nos
enseña aquellas verdades que necesitamos para comprender y así poner en
práctica el verdadero sentido de la salvación. Pregúntese qué le está diciendo
la Biblia. Qué le dice Dios en ese día y busque obedecerlo.
Anímate a conocer las Sagradas Escrituras,
tienes todos los recursos
para comenzar a hacerlo, así que
¡Manos a la obra!
“Para que sean consolados sus corazones, unidos
en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de
conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”
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