"SERVICIOS UNIDOS "
* REGIÓN 6-Z2*
Hno. Andrés López (Miembro del Consejo Pastoral)
Iglesia La Gloria de Dios de El Tigrito
LA NECESIDAD DE VIVIR
CON UNA PERSPECTIVA DIFERENTE
¿Por qué estamos estancados espiritualmente?
La respuesta apropiada con respecto a nuestro estancamiento espiritual o falta de crecimiento en el Señor, siempre está ligada a la falta de comunión con nuestro Dios. Y muchas veces esa falta de comunión con nuestro Dios, está asociada a la influencia del mundo en nuestras vidas o a lo que un buen hermano y amigo llama “El Sistema” y a la ambición de nuestras metas y logros personales.
Por eso hoy quiero hacer una advertencia contra este mal que está arrastrando a muchos de los hijos de Dios y que atenta con destruir la verdadera comunión con nuestro Señor y con nosotros mismos.
Les invito abrir sus biblias en la carta del apóstol Pablo a los filipenses, capitulo 3:7-8.
He titulado este mensaje: “La necesidad de vivir con una perspectiva diferente”
Es lógico que cada experiencia o vivencia personal sea vista desde una perspectiva terrenal, pero una vez que nosotros somos participantes de la vida eterna lo más razonable es que nosotros veamos nuestras experiencias de vidas desde la perspectiva de la eternidad porque nuestra vida ahora tiene una dimensión distinta a la que vivíamos antes.
Cuando uno mira el contexto sobre el cual Pablo dirige sus palabras en el versículo 7, uno se da cuenta de que él está mostrando una comparación entre un antes y un después, entre el judaísmo (basado en la justicia de la ley) y el cristianismo (basado en la justicia de la fe en Cristo Jesús). Y que una de las consecuencias que ese cambio trajo a su vida, fue una nueva perspectiva acerca de la vida y de todas las cosas que giran en torno a la vida, es decir; con respecto a lo terrenal.
Pablo compara lo que antes tenía, con lo que ahora tiene desde la perspectiva de la eternidad y se da cuenta que la vida que vivió y que los logros alcanzados en esa vida solo habían servido de impedimentos entre él y el Señor.
Pablo se refirió como perdida a la antigua vida que antes le había dado reconocimiento, estatus y reputación.
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida”.
Y esto mis hermanos, debe llamarnos poderosamente la atención, porque es interesante el cambio tan drástico o la manera como ahora Pablo desde una nueva perspectiva veía su vida pasada con respecto a su vida presente en Cristo Jesús.
Véalo de esta manera, hace unos días en Venezuela sucedió algo con los decodificadores de DirecTV, pasaron de ser decodificadores muy buenos, quizás los mejores de las compañías de TV satelital a ser un objeto inservible. Pasaron de tener un valor monetario a no costar nada y convertirse en un estorbo, en algo que fácilmente se podía desechar, es decir; en basura.
Bueno eso es justamente lo que Pablo está diciendo, que su vida pasada pasó de ser algo muy valioso a algo que ahora no tenía ningún valor y todo esto “por amor de Cristo”
La biblia enseña que Dios es amor y que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:5)
Y es precisamente ese amor de Dios que por su gracia actúa en el corazón del creyente para que cada día crezca más y más el anhelo de querer conocer a su Señor hasta ser semejante a Él en su muerte como va a decirnos el apóstol Pablo más adelante.
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor”
Este versículo afirma la convicción del apóstol, después de haber dicho que su vida y sus logros personales los había estimado como perdida, ratifica sus palabras en tiempo presente y dice: “y ciertamente aun estimo todas las cosas como perdida”. Es como que dijera, antes y ahora mucho más estoy convencido que toda aquella vida fue un estorbo entre Dios y yo, y su amor para conmigo me ha enseñado y me ha hecho creer, pensar y sentir que no hay y no existe nada mas importante que mi Señor. Es más, creo que nada vale la pena comparado con la enorme dicha de conocer a Jesucristo.
Mis hermanos este amor por nuestro Señor y este anhelo por querer conocerlo cada vez más debe estar presente en nuestros corazones cada día todos los días y es algo que debe caracterizarnos porque ustedes y yo somos los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Por tanto, si uno compara cualquier aspecto de nuestra vida por muy insignificante que parezca, pero en ocasiones eso aspecto está por encima del anhelo de querer conocer a nuestro Señor y relacionarnos con Él, definitivamente hay algo que no esta bien, porque el amor por Cristo solo debe producir en nosotros el querer estar con Él cada día y cada vez más. Si esto no es así, podemos concluir que nuestra perspectiva terrenal no ha cambiado, porque lo terrenal sigue estando por encima de lo espiritual.
Fíjense por ejemplo lo que dice Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, al único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”
La vida eterna está ligada al conocimiento de nuestro Señor y a la manera y a la frecuencia en cómo nos relacionamos con Él.
El amor por Cristo despierta ese anhelo de querer conocer a nuestro Señor cada día mas y para conocerlo debemos nosotros mantener una estrecha relación con nuestro Señor, es la única manera de conocerlo y no hablo de saber cosas acerca de la vida de Jesús que seguramente muchos de los que no pertenecen a la iglesia ya saben. Estoy hablando del conocimiento de las verdades espirituales que Jesús nos enseña por medio de su palabra y que nos llevan a mirar la vida y los aspectos de la vida con una perspectiva eterna porque ahora nuestra vida en Cristo tiene una dimensión diferente.
Esto fue algo que Pablo entendió y que compartió con sus hermanos de la iglesia de los filipenses y que hoy por el amor de Dios y la iluminación de su Espíritu Santo nosotros también podemos entender.
No somos judíos y tampoco tuvimos o tenemos los mismos logros mencionados por Pablo, pero sí, a veces hay ciertas cosas de las cuales nos jactamos, tengamos cuidado mis hermanos. No nos dejemos arrastrar por el mundo y su sistema y detengámonos a pensar y seamos sinceros ¿Hay alguna o algunas cosas en mi vida que están siendo mas importantes que mi relación con el Señor?
Si hoy no estamos marchando en pro de Cristo en conocerle, agradarle, y tener comunión con él, es muy probable que estemos siendo influenciados por algo que nos está desenfocando y estemos siendo influenciados por el sistema porque nuestra perspectiva terrenal nos está ganando.
El esfuerzo humano separado del Señor puede ganarnos el reconocimiento y los aplausos del hombre, pero jamás nos ganara el aplauso y el reconocimiento de Dios.
Hoy les invito a que comparemos como eran nuestras vidas antes sin Cristo y como son ahora que tenemos al Señor con nosotros y que nos detengamos a revisar si nosotros tenemos el mismo nivel o grado de comunión con el Señor que tenía el apóstol Pablo al momento de escribir esta carta, cuando dijo: “Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.
Por eso hoy quiero hacer una advertencia contra este mal que está arrastrando a muchos de los hijos de Dios y que atenta con destruir la verdadera comunión con nuestro Señor y con nosotros mismos.
Les invito abrir sus biblias en la carta del apóstol Pablo a los filipenses, capitulo 3:7-8.
He titulado este mensaje: “La necesidad de vivir con una perspectiva diferente”
Es lógico que cada experiencia o vivencia personal sea vista desde una perspectiva terrenal, pero una vez que nosotros somos participantes de la vida eterna lo más razonable es que nosotros veamos nuestras experiencias de vidas desde la perspectiva de la eternidad porque nuestra vida ahora tiene una dimensión distinta a la que vivíamos antes.
Cuando uno mira el contexto sobre el cual Pablo dirige sus palabras en el versículo 7, uno se da cuenta de que él está mostrando una comparación entre un antes y un después, entre el judaísmo (basado en la justicia de la ley) y el cristianismo (basado en la justicia de la fe en Cristo Jesús). Y que una de las consecuencias que ese cambio trajo a su vida, fue una nueva perspectiva acerca de la vida y de todas las cosas que giran en torno a la vida, es decir; con respecto a lo terrenal.
Pablo compara lo que antes tenía, con lo que ahora tiene desde la perspectiva de la eternidad y se da cuenta que la vida que vivió y que los logros alcanzados en esa vida solo habían servido de impedimentos entre él y el Señor.
Pablo se refirió como perdida a la antigua vida que antes le había dado reconocimiento, estatus y reputación.
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida”.
Y esto mis hermanos, debe llamarnos poderosamente la atención, porque es interesante el cambio tan drástico o la manera como ahora Pablo desde una nueva perspectiva veía su vida pasada con respecto a su vida presente en Cristo Jesús.
Véalo de esta manera, hace unos días en Venezuela sucedió algo con los decodificadores de DirecTV, pasaron de ser decodificadores muy buenos, quizás los mejores de las compañías de TV satelital a ser un objeto inservible. Pasaron de tener un valor monetario a no costar nada y convertirse en un estorbo, en algo que fácilmente se podía desechar, es decir; en basura.
Bueno eso es justamente lo que Pablo está diciendo, que su vida pasada pasó de ser algo muy valioso a algo que ahora no tenía ningún valor y todo esto “por amor de Cristo”
La biblia enseña que Dios es amor y que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:5)
Y es precisamente ese amor de Dios que por su gracia actúa en el corazón del creyente para que cada día crezca más y más el anhelo de querer conocer a su Señor hasta ser semejante a Él en su muerte como va a decirnos el apóstol Pablo más adelante.
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor”
Este versículo afirma la convicción del apóstol, después de haber dicho que su vida y sus logros personales los había estimado como perdida, ratifica sus palabras en tiempo presente y dice: “y ciertamente aun estimo todas las cosas como perdida”. Es como que dijera, antes y ahora mucho más estoy convencido que toda aquella vida fue un estorbo entre Dios y yo, y su amor para conmigo me ha enseñado y me ha hecho creer, pensar y sentir que no hay y no existe nada mas importante que mi Señor. Es más, creo que nada vale la pena comparado con la enorme dicha de conocer a Jesucristo.
Mis hermanos este amor por nuestro Señor y este anhelo por querer conocerlo cada vez más debe estar presente en nuestros corazones cada día todos los días y es algo que debe caracterizarnos porque ustedes y yo somos los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Por tanto, si uno compara cualquier aspecto de nuestra vida por muy insignificante que parezca, pero en ocasiones eso aspecto está por encima del anhelo de querer conocer a nuestro Señor y relacionarnos con Él, definitivamente hay algo que no esta bien, porque el amor por Cristo solo debe producir en nosotros el querer estar con Él cada día y cada vez más. Si esto no es así, podemos concluir que nuestra perspectiva terrenal no ha cambiado, porque lo terrenal sigue estando por encima de lo espiritual.
Fíjense por ejemplo lo que dice Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, al único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”
La vida eterna está ligada al conocimiento de nuestro Señor y a la manera y a la frecuencia en cómo nos relacionamos con Él.
El amor por Cristo despierta ese anhelo de querer conocer a nuestro Señor cada día mas y para conocerlo debemos nosotros mantener una estrecha relación con nuestro Señor, es la única manera de conocerlo y no hablo de saber cosas acerca de la vida de Jesús que seguramente muchos de los que no pertenecen a la iglesia ya saben. Estoy hablando del conocimiento de las verdades espirituales que Jesús nos enseña por medio de su palabra y que nos llevan a mirar la vida y los aspectos de la vida con una perspectiva eterna porque ahora nuestra vida en Cristo tiene una dimensión diferente.
Esto fue algo que Pablo entendió y que compartió con sus hermanos de la iglesia de los filipenses y que hoy por el amor de Dios y la iluminación de su Espíritu Santo nosotros también podemos entender.
No somos judíos y tampoco tuvimos o tenemos los mismos logros mencionados por Pablo, pero sí, a veces hay ciertas cosas de las cuales nos jactamos, tengamos cuidado mis hermanos. No nos dejemos arrastrar por el mundo y su sistema y detengámonos a pensar y seamos sinceros ¿Hay alguna o algunas cosas en mi vida que están siendo mas importantes que mi relación con el Señor?
Si hoy no estamos marchando en pro de Cristo en conocerle, agradarle, y tener comunión con él, es muy probable que estemos siendo influenciados por algo que nos está desenfocando y estemos siendo influenciados por el sistema porque nuestra perspectiva terrenal nos está ganando.
El esfuerzo humano separado del Señor puede ganarnos el reconocimiento y los aplausos del hombre, pero jamás nos ganara el aplauso y el reconocimiento de Dios.
Hoy les invito a que comparemos como eran nuestras vidas antes sin Cristo y como son ahora que tenemos al Señor con nosotros y que nos detengamos a revisar si nosotros tenemos el mismo nivel o grado de comunión con el Señor que tenía el apóstol Pablo al momento de escribir esta carta, cuando dijo: “Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario